Remedios caseros con lavanda

 Remedios caseros con lavanda




Descubre en este post los mejores y más eficaces remedios caseros para tu salud que puedes hacer con lavanda.
La lavanda es una de las plantas medicinales con más propiedades que existen; y tales son sus beneficios y exitosos efectos que se lleva usando desde la antigüedad. Por este motivo en este post dejaremos varios remedios sencillos que beneficiarán enormemente tu salud.


Remedios caseros con lavanda


1. Hidratar los labios

Los labios secos y agrietados tienen fácil solución con la ayuda del aceite esencial de lavanda, que además los deja suaves durante bastante tiempo. La forma de conseguir este efecto es mezclar dos gotas de este aceite con dos cucharadas de manteca de cacao y de karité (fundiéndolas previamente) y luego dejar reposar y enfriar.


2. Aliviar dolores musculares

Si te duelen los huesos o los músculos esta planta es ideal ya que contiene diferentes esencias que aportan propiedades analgésicas y relajantes. Sólo hay que coger varias flores de lavanda e introducirlas en un frasco oscuro con alcohol etílico y dejarlo sin tocar durante al menos diez días; luego se filtra el líquido y ya está listo para aplicarlo en las zonas con dolor. 


3. Combatir el insomnio

Hay momentos en las que dormir se hace difícil por diferentes motivos, pero como hemos comentado antes, la lavanda tiene propiedades relajantes que ayudarán a combatir ese insomnio. En esta ocasión hay que mezclar varias gotas de aceite esencial con dos cucharadas de aceite de coco y usar la mezcla para masajear la piel antes de dormir.


4. Reducir el dolor de cabeza

Debido a que esta flor tiene también propiedades antiinflamatorias, una infusión ayuda a reducir el dolor de cabeza eficazmente. Sólo hay que añadir una cucharada de flores de lavanda en un cazo con agua y llevar a ebullición, para luego dejar reposar y colar la bebida.


5. Tratar infecciones de la piel

Aunque parezca increíble, la lavanda ayuda a cicatrizar heridas y cortes además de evitar que se infecten ya que actúa como antiséptico. De nuevo hay que preparar una infusión como la anterior pero añadiéndole después unas cucharadas de aceite de almendras y aplicar en las heridas con la ayuda de un algodón o gasa dos veces al día.

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